..donde otros vieron tragedia, yo decidí ver esperanzas...
Durante el crecimiento de
los hijos, los padres muchas veces se preguntan cuándo es el momento indicado
para consultar a un profesional. ¿Cuándo hay que consultar a una psicopedagoga?
Sugiero tener en cuenta
siempre: sea la docente, o quien sugiere o deriva al infante, no lo hace porque
está en contra de su hijo/a, o porque no le simpatiza o se "agarró"
con el niño/a, quien lo hace es porque conoce y previamente a probado o
aplicado técnicas, actividades, materiales, ubicación en el aula o sala y con
la única intención de que su hijo/a al
cance los logros y objetivos escolares
acordes a su edad.
De allí parte la
sugerencia de visitar un o una profesional psicopedagógica, para evitar futuras
anomalías, alteraciones, perturbaciones o dificultades manifiestas en el
aprendizaje, que al ser tratadas tempranamente evitan futuros elementos que en
conjunto hagan más complejo algo que es sencillo en el presente e impacta en
menor medida en la personalidad del niño.
Yo les recuerdo a las
mamás y a los papás que ustedes son quienes tienen la patria potestad de sus
hijos, pero les recuerdo que su hijo/a tiene derechos y que tener esa patria
potestad supone una manifestación de la función tutelar a favor de sus hijos/as
y no en interés del titular.
Durante
el crecimiento de los hijos, los padres muchas veces se preguntan cuándo es el
momento indicado para consultar a un profesional, Y si a veces dudan si es
necesario o no llevarlo al pediatra, es
lógico que la duda sea aún mayor cuando se trata de consultar a una
psicopedagoga, por ser una profesión cuyo campo de acción es mucho menos conocido.
Por
eso es importante explicar a qué se
dedica la psicopedagogía, que es esencialmente interdisciplinaria porque la
mirada “psico”-“pedagógica” reúne dos aspectos de las personas: el psicológico
y el educacional, de modo que el psicopedagogo entra en escena cuando se trata
de trabajar con una persona –o un grupo de personas- que se encuentran en
situación de aprendizaje.
Por
lo general la consulta con una psicopedagoga es promovida desde la escuela y de
hecho muchas instituciones cuentan con su propio equipo psicopedagógico que, en
ocasiones, tiene los primeros encuentros con el niño y puede sugerir la
intervención de un profesional que no pertenezca a la escuela.
Los
causas más comunes por las que se sugiere realizar un diagnóstico
psicopedagógico son el bajo rendimiento escolar, la dificultad para acceder a
la escritura, la lectura o el cálculo, la falta de atención en clase y el
desinterés por el aprendizaje, entre otros motivos.
Claro
que también la dificultad puede verse desde casa: cuando los chicos no quieren
ir a la escuela, cuando están desmotivados, se niegan a hacer la tarea o tienen
problemas a la hora de estudiar.
Cuando
los padres observan alguna dificultad y dudan acerca de la necesidad de
recurrir a un psicopedagogo, es importante que, si la duda todavía no se
planteó con la escuela, se pida una entrevista para compartir la visión con los
maestros, que pueden aportar un panorama más amplio para analizar la situación
y decidir la consulta.
Por
último, hay que tener claro que al psicopedagogo no se recurre solamente para ayudar
a los más chiquitos: el ingreso al colegio secundario, con las nuevas
exigencias, la orientación vocacional y la adaptación a la universidad son
momentos en los que una mirada psicopedagógica puede hacer un aporte
significativo.
En esta entrada se aplica la palabra niño, niña, alumno,
alumna, mamá, papá debido a una nueva disposición de aquello que refleja la
infancia actual, que considera la visión de la pluralidad, de allí la necesidad
de referirse siempre a los niños y a las niñas.
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